Para esto, a continuación te presentamos una explicación de qué son las utilidades y cómo sacarles el mayor provecho posible.
¿Qué son las utilidades?
Las utilidades son un beneficio económico que proviene de las ganancias obtenidas por la empresa durante un año de operación (enero-diciembre), las cuales se logran gracias al trabajo de los colaboradores durante el proceso productivo.
Como mencionamos, el pago de utilidades es un derecho que tienen todos los trabajadores de empresas privadas en Ecuador. Se establece que la empresa reconocerá en su beneficio el quince por ciento, 15%, de las utilidades líquidas; distribuidas de la siguiente manera: el 10% se reparte entre todos los trabajadores de la empresa y el restante 5% se reparte de acuerdo a las cargas familiares. Estas cargas se refieren a la pareja legal (ya sea un matrimonio o unión de hecho registrada), a los hijos menores de 18 años e hijos con alguna discapacidad sin importar la edad.
¿Cómo se deben pagar las utilidades?
Las utilidades deben ser pagadas directamente al trabajador. Por lo que debes ser cuidadoso para que este pago no se gaste con facilidad junto con tus ingresos regulares como sueldo, ingreso por arriendo, entre otros. Para evitar que esto ocurra, debes fijarte bien cuánto dinero recibes para apartarlo y que sea un ingreso adicional, procurando que sea parte de ahorro.
¿Cómo podemos administrar las utilidades?
Recibir las utilidades es una oportunidad para crear un fondo de ahorro. Si bien tienes gastos regulares o cotidianos, lo ideal es cubrirlos con los ingresos fijos mensuales y así destinar las utilidades para ahorrarlas en función de tus objetivos. Por ejemplo, puedes guardar tu dinero para para pagar estudios, cumplir una meta para tu familia, realizar un viaje o en otras inversiones.
Te presentamos algunas recomendaciones:
- Luego de hacer tu presupuesto mensual, analiza cuál es tu situación real y fíjate especialmente si tienes alguna deuda pendiente. Si es así, aprovecha que has recibido dinero adicional por tus utilidades y libérate de esa responsabilidad.
- Una vez que sepas cuál es el valor total que recibirás y con el que dispones, analiza las opciones que tienes para administrarlo adecuadamente. Por ejemplo, si has recibido una cantidad considerable, recuerda que una excelente opción puede ser ponerlo en un banco como un depósito a plazo fijo, es decir dejar tu dinero en una institución financiera por un tiempo establecido en el que éste seguirá ganando intereses.
- Además, el depósito a plazo fijo puede convertirse en el comienzo del patrimonio familiar, es decir que pertenece a todos los miembros de la familia y que se podrá utilizar más adelante para proyectos conjuntos o necesidades con las que no contábamos al hacer nuestro presupuesto habitual.
- Recuerda que es aconsejable ahorrar el 25% de todos tus ingresos. De este porcentaje, destina el 5% como una reserva para casos de emergencia. Te recomendamos crear una cuenta de ahorros con este porcentaje para que lo tengas disponible cuando lo necesites. El otro 10% ahorrarlo para algún gusto familiar, por ejemplo un viaje o un nuevo bien o servicio. Finalmente, aparta el 10% restante a un fondo de retiro, ya que debes preocuparte por tu futuro.
- Piensa bien en cuáles son tus prioridades para que no malgastes tu dinero, sino que lo utilices en lo que realmente necesitas. Considera que este ingreso no es fijo, por lo que es mejor tenerlo reservado para cuando verdaderamente tengas la necesidad de usarlo.
Será suficiente con que un año te propongas no gastar tus utilidades para que esto se convierta en un hábito. Así, cada año, te darás cuenta de cuánto ha incrementado tu capital y esperarás este pago para observar que todo tu trabajo tiene su recompensa y te garantizará tranquilidad en el futuro.