En la actualidad tenemos nuevas tendencias de consumo y a la vez más oferta de equipos electrónicos, aplicaciones y programas que hacen nuestra vida más sencilla. Por ejemplo, existen plataformas de servicios electrónicos bancarios para satisfacer cualquier necesidad; podemos pagar los servicios básicos, comprar una recarga de celular, transferirle dinero a un tercero, pagar nuestra tarjeta de crédito, matrícula vehicular, colegio de nuestros hijos, impuestos, etc. De igual forma, todo tipo de empresas nos ofrecen sus productos en línea y es así que podemos comprar lo que imaginemos: boletos aéreos, ropa, música, entradas al cine, ítems de tecnología, etc.
La ventaja es que al momento de acceder a un producto o servicio mediante herramientas On-Line no es necesario movilizarnos, hacer largas colas y ahorramos tiempo; sin embargo, debemos ser cuidadosos e informarnos de cómo prevenir posibles estafas al momento de hacer uso de estas oportunidades.
Los ciber-delincuentes utilizan diferentes estrategias para hacer de las suyas; una de estas es el Phishing, que viene de la palabra inglesa “fishing” (pesca), haciendo alusión a que los usuarios “muerdan el anzuelo”. El criminal se hace pasar por una empresa de confianza en una supuesta comunicación oficial, como por ejemplo un correo electrónico, con la intención de adquirir información confidencial: contraseñas, datos de la tarjeta de crédito, cuenta bancaria, número de cédula, etc.
Consejos para hacer más seguro tu paso por la web:
- No entregues información por correo electrónico, las instituciones bancarias no hacen verificaciones ni actualizaciones de datos por esta vía y tampoco te pedirán que envíes tu clave.
- Identificar correos electrónicos sospechosos, no envíes ningún tipo de información y a la mínima duda llama directamente a tu banco.
- Comprueba que estés entrando a la página real de tu entidad bancaria, ya que muchas veces se crean sitios web fraudulentos que visualmente son iguales. Debes verificar que la dirección empiece por “https://” y que aparezca en tu navegador un icono de un pequeño candado cerrado. Lo más recomendable es que escribas directamente la dirección o la guardes en tus favoritos.
- La misma seguridad debes tener en tus dispositivos móviles y en las aplicaciones que uses a través de ellos. Guardar las contraseñas de tus cuentas y tarjetas de crédito o débito en tu teléfono no es buena idea; piensa que si pierdes tu celular, un extraño tendrá acceso a toda tu información.
- Al momento de generar contraseñas tanto para la banca online como móvil, confirma que tengan los estándares de seguridad recomendados: no utilices fechas de cumpleaños o información fácilmente deducible, realiza una combinación de letras en minúsculas y mayúsculas, números y caracteres especiales, no uses la misma contraseña de tus redes sociales y correo para tus herramientas financieras.
Recuerda que la información es muy valiosa y es nuestra responsabilidad como usuarios estar alertas y ser prudentes con nuestros datos confidenciales.